lunes, 15 de diciembre de 2014
¿Qué es la SUNAT?
La Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria – SUNAT, de acuerdo a su Ley de creación N° 24829, Ley General aprobada
por Decreto Legislativo Nº 501 y la Ley 29816 de Fortalecimiento de la SUNAT,
es un organismo técnico especializado, adscrito al Ministerio de Economía y
Finanzas, cuenta con personería jurídica de derecho público, con patrimonio
propio y goza de autonomía funcional, técnica, económica, financiera,
presupuestal y administrativa que, en virtud a lo dispuesto por el Decreto
Supremo N° 061-2002-PCM, expedido al amparo de lo establecido en el numeral
13.1 del artículo 13° de la Ley N° 27658, ha absorbido a la Superintendencia
Nacional de Aduanas, asumiendo las funciones, facultades y atribuciones que por
ley, correspondían a esta entidad.
Tiene domicilio legal y sede principal en la ciudad de Lima,
pudiendo establecer dependencias en cualquier lugar del territorio nacional.
¿ QUE SON LAS AFP ?
Las Administradoras de Fondos de Pensiones, AFP, son
instituciones financieras privadas (Sociedades Anónimas) encargadas de
administrar los fondos y ahorros de pensiones (de las cuentas individuales por
medio de un Fondo de Pensión).
Las AFP realizan todas las acciones
financieras en el mercado de valores que estime conveniente. Estas operaciones
se enmarcan dentro de La Ley y normas para incrementar el valor de la
cotización de sus afiliados. Además contratan un seguro para financiar las
pensiones de invalidez y sobrevivencia.
El patrimonio de ellas es
independiente del Fondo de Pensión. Por ende, en caso de quiebra, los montos de
sus afiliados no están afectados y pueden ser transferidos a otra AFP sin
ningún problema.
Se efectúa un cobro, una comisión de
parte de la AFP que varía entre un 1,14% y 2,36% de la remuneración imponible,
lo que se suma al descuento realizado por el empleador de 10% de la
remuneración imponible.
biografias de exitosos empresarios
ALBERTO BENAVIDES DE LA QUINTANA
Pese a que contó innumerables veces cada detalle acerca de cómo acumuló su
fortuna –valuada por Forbes en US$2 mil millones-Alberto
Benavides de la Quintana solía decir que la minería, el motor que lo
hizo rico, era una cuestión de suerte.
Por eso bautizó a su empresa como Buenaventura,
una palabra muy usada por las gitanas que leían las manos en la plaza San
Martín.
Pero si algún peruano quisiera disgregar la biografía de
este geólogo, encontrará que la suerte se hace, o mejor dicho, la hace uno
mismo: Benavides, hijo de un abogado de clase media, estudió ingeniería
de minas en la UNI y
luego una maestría en la Universidad de Harvard (EEUU), gracias a una beca que
obtuvo con sus propios méritos.
Con semejante currículum, su primer trabajo fue de lampero
en la mina Franklin de Nueva Jersey (EEUU). Comenzó desde el socavón y cuando
ya parecía asentado con un buen puesto en la mina de Cerro de Pasco, se jugó
todo lo que tenía a los 31 años para comprar la mina Julcani de Huancavelica,
una que el resto de sus colegas creía pobre. Con ella despegó.
ISAAC LINDLEY
Era el más chico entre los cinco hombres de una familia de ocho hermanos y no
estaba destinado a convertirse en la cabeza de Inca
Kola.
Isaac Lindley, a quien con el tiempo todos en su empresa
llamaron míster, llegó a liderar a la
única gaseosa que superó a Coca Cola en el mundo tras una
serie de eventos desafortunados.
Lo hizo porque fallecieron sus cuatro hermanos mayores y su
primera misión fue salvar al pequeño emprendimiento familiar de la quiebra.
Entonces, entre los años 40 y 50, Inca Kola era una gaseosa hecha en
base a hierbaluisa que los Lindley habían creado tras varios intentos
fallidos para dar con “la bebida de sabor nacional”.
La historia de Inca Kola comenzó en aquella época pero, para
ser precisos, la primera vez que un Lindley fabricó una gaseosa en el Perú
ocurrió en 1880, cuando el padre de Isaac, José Lindley, arribó a Lima en busca
de un futuro mejor que el que proyectaba en su Londres natal.
Detrás del éxito de Inca Kola no solo está el sabor, sirve
aclararlo. El despegue que consiguió Isaac tuvo que ver con una serie de convenios
vía franquicias para que la gaseosa pudiera venderse a escala nacional,
además de numerosas innovaciones tecnológicas en años en que ello no importaba
gran cosa al empresariado peruano.
ERASMO WONG
Es muy probable que en 1942, cuando Erasmo
Wong abrió su pequeña bodega en Miraflores, nadie se imaginaba que con
ella nacería la cadena
de supermercados más grande del país.
Es muy probable que ni siquiera él lo imaginara. ¿Cuál
es la fórmula para pasar de una bodega a una compañía que vale más de US$500
millones? Las crónicas que repasan la historia de Erasmo destacan una
costumbre que comercialmente resultó ser exitosa: innovar, ir contra la
corriente, contra lo que la mayoría creyó que era la estrategia correcta para
crecer.
Así, cuando todos se concentraron en los reducir los costos, Wong
se concentró en el cliente y personalizó la atención cuando la tendencia
apuntaba al autoservicio.
Y cuando la recomendación fue reducir el tamaño de las
tiendas, él las amplió. Su éxito tuvo la suficiente resonancia internacional
como para que el grupo
chileno Cencosud comprara la compañía, pero esa ya es otra historia.
JULIO IKEDA
El patriarca de los Ikeda no
nació en el Perú, pero sí demostró durante toda su vida que quería a este país
mucho más que el promedio.
Julio Ikeda (padre) llegó desde Japón a los 15 años,
en 1927, y como la mayoría de los nipones que arribaron al Callao en aquella
época, su primer trabajo fue de agricultor en el ‘Norte chico’.
Comenzaba a tener relativo éxito como pequeño empresario
cuando en 1944, producto de la II Guerra Mundial, el gobierno peruano
lo deportó a Estados Unidos, junto a buena parte de la colonia japonesa en
nuestro país.
Pese a esa experiencia, decidió volver y fundar aquí San
Fernando, el que hoy es el grupo más importante de la industria de
alimentos a escala nacional.
Pasó de vender menos de 50 patos por mes a inicios de la
década del 50 a más de un millón cuando comenzaba el 2000. Hoy el grupo San
Fernando está a cargo de su hijo e inicia un ambicioso plan para consolidarse
en la industria alimentaria del país.
la ley de fomento al empleo capitulo 1 y 2
Artículo 1.- La Política Nacional de Empleo constituye el
conjunto de instrumentos
Normativos orientados a promover, en armonía con los
artículos 42, 48, y 130, de la
Constitución Política del Estado, un régimen de igualdad de
oportunidades de empleo que
Asegure a todos los peruanos el acceso a una ocupación útil
que los proteja contra el
Desempleo y el subempleo, en cualquiera de sus
manifestaciones.
Artículo 2.- Son objetivos de la presente Ley:
a) Promover el acceso masivo al empleo productivo dentro del
marco de la política
Económica global del Poder Ejecutivo y a través de programas
especiales de promoción del
Empleo
b) Mejorar los niveles de empleo adecuado en el país de
manera sustancial, así como
Combatir el desempleo y el subempleo, en especial el que
afecta a la fuerza laboral juvenil
c) Incentivar el pleno uso de la capacidad instalada
existente en las empresas, dentro
Del marco de programas de reactivación económica
d) Estimular la inversión productiva en el sector privado,
especialmente en las ramas
De actividad con mayor capacidad de absorción de mano de
obra
e) Garantizar la seguridad en el empleo y los ingresos de
los trabajadores, respetando
Las normas constitucionales de estabilidad laboral
f) Coadyuvar a una adecuada y eficaz interconexión entre la
oferta y la demanda en el
Mercado de trabajo
g) Fomentar la capacitación y formación laboral de los
trabajadores como un
Mecanismo de mejoramiento de sus ingresos y la productividad
del trabajo;
h) Propiciar la transferencia de las personas ocupadas en
actividades urbanas y rurales
De baja productividad e ingresos hacia otras actividades de
mayor productividad
,i) Unificar las normas sobre contratación laboral y
consolidar los beneficios sociales
Existentes.
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